¡Venceremos! ¡Pa´lante brinca el sapo aunque le puyen los ojos!

Queridos compañer@s y camaradas,

no fue exactamente una sorpresa que la burguesía venezolana y sus tontos útiles de una clase media despistada intentara cambiar el rumbo de la historia por la vía del desgaste económico y la violencia en la calle. Lo intentaron entre 2001 y 2003. Jugaron con el látigo económico varias veces después, en 2007, 2010 e incesantemente desde que comenzó la enfermedad del comandante Chávez. Encrudecieron sus "guarimbas" después de las elecciones del 14 de abril 2013. Después, trabajaron por un desgaste económico-cultural en vista de las elecciones comunales. El golpe actual es su última esperanza, y por eso van con todo. No nos confiemos, compañeras, hasta que sea extinguido el último fueguito.

Los fascistas tienen un soporte fuerte en el norte, se sienten respaldados por la “doctrina de Obama” y la teoría de sublevación de Gene Sharp y el Einstein Institute en EEUU. Obama ha entendido bien que quizá se puede tumbar un gobierno, pero no se puede ganar una guerra por la fuerza externa. Se necesita la complicidad de las élites y el consentimiento de las masas. Comprar (o extorsionar) los de arriba y desgastar a los de abajo es la táctica del imperio y de la burguesía internacional. Han tenido éxito con esto a partir de la disolución de Yugoslavia en muchos países. En muchos países en los cuales no hubo mucha democracia, participación, identificación del pueblo con sus gobiernos. Pero no lo han logrado en Cuba, ni tampoco en Bolivia o Ecuador. No lo han logrado en Irán o en Belarús. Lo lograron una vez en Nicaragua, y nunca más. ¡¡¡y no lo van a lograr en Venezuela!!!

La extrema derecha sabe que su última esperanza durante el periodo presidencial de Nicolás, es tomar salidas extremas. Saben muy bien que el comandante Chávez fue invencible por la fama de las batallas ganadas, la confianza e identificación que ganó en el pueblo. Este “capital y poder simbólico”, en palabras de Pierre Bourdieu, no se puede heredar: cada quien necesita ganarlo por sus propios hechos. Por eso, la figura del Presidente Nicolás al lado de la figura de Chávez, no pareció tener tanta fuerza al comenzar su mandato. La oposición sabe muy bien que después de las elecciones ganadas en diciembre se tuvo que intentar a destruir inmediatamente la nueva fama y la fuerza con la que venía Maduro, y saben también que necesitan ganar esta batalla. Porque si pierden, gana fundamentalmente la revolución, y gana Nicolás. Pero los que tienen ojos para ver (y tienen algo que perder), saben hoy que contra el proceso Bolivariano no pueden. Saben que la alternativa es la victoria de la revolución, o la destrucción del país.

Saben que Nicolás ha comenzado a trabajar los problemas neurálgicos del país, para los cuales el comandante Chávez ya no tuvo tiempo para atacarlos de fondo. Nicolás tiene programa y base social para la terminar con la delincuencia desbordada y lograr un país en paz. Nicolás ha tocado los intereses de las élites corruptas y tiene instrumentos para disminuir y eventualmente acabar con el veneno de la venalidad venezolana. Saben que el rumbo de PdVSA está por los 6 Mio. de barriles diarios en 2019, con ingresos para la patria que van a terminar con el déficit de divisas. Saben que con el control del contrabando, del acaparamiento y, más que todo, con el nuevo camino de la economía hacia el desarrollo económico sostenible y un cambio del comportamiento hacia el trabajo y la producción, no podrán controlar más el país porque no dependerá solamente del gobierno. Finalmente, saben que con la explosión del poder popular, con el avance de las comunas van a perder cualquier posibilidad de inocular un pensamiento pequeño burgues del mercadeo en las comunidades, que se puede comprar todo, que el capitalismo sea el sistema mas natural para la humanidad. Por eso tanta rabia.

Compañer@s, tod@s sabemos que a pesar de ser un genio que hay cada 100 años, ni siquiera el comandante Chávez fue libre de errores y desaciertos. No tocó a tiempo el problema de la criminalidad. No tocó a fondo el problema de la corrupción. No pudo resolver el problema del burocratismo. Y, a pesar de toda la voluntad, no pudo enrumbar la economía hacia una forma productiva menos importadora-consumista. Un solo palo no hace montana. Hay que reconocer que fue un error confiar que Chávez lo hiciera todo solo. Así como es hoy un error pensar que Nicolás lo pudiera o debiera hacer también todo SOLO. En la izquierda venezolana a veces todavía hay una rara idea que existe una forma de poder, que puede por si mismo resolver problemas. El poder es relativo, son las y los que se dejen o no dirigir que deciden. Con eso está jugando la oposición actualmente. Si no aprendemos todas y todos a tomar conciencia política en la cotidianidad y a criticar y corregir los errores de nuestr@s vecin@s y compañeros de trabajo sino nos quedamos esperando por el control desde arriba, nunca vamos a llegar al socialismo. El ejemplo de como llegar nos muestra la Comuna Panal 21 del 23 de Enero: socialismo es responsabilidad de tod@s.  No fuera “culpa e' Chávez”, ni “culpa e' Maduro” si dejaríamos al fascismo destruir este proyecto tan hermoso. Fuera culpa de todas y todos nosotros.

Compañer@s, ustedes saben que están luchando no solamente por el futuro de Venezuela, sino por el  rumbo del mundo entero. Si perdemos, muchos pueblos en el mundo perderán la esperanza que haya alternativas viables, y caeremos más aún en un estado de barbaridad. La gente humilde de todo el mundo depende de la valentía, confianza y fuerza de ustedes. Es un peso fuerte. Pero los pueblos les serán agradecidos eternamente si no dejan pasar ésta oportunidad.

¡¡¡no pasarán!!!

¡¡¡qué viva la revolución bolivariana!!!

¡¡¡qué viva Nicolás como miembro del colectivo solidario!!!

saludos cordiales desde Alemania – ¡¡¡venceremos!!!

Heiner Fechner

Abogado, docente universitario (Universidad de Bremen), miembro de la dirección de la Asociación de Abogadas y Abogados Democrátic@s (Alemania), estudiante de doctorado (“Comuna, Estado de Derecho e Inclusión”)