El Frente Bolivariano Revolucionario Peumayén es un tributo a las luchas de nuestros guerreros y ancestros aborígenes latinoamericanos contra la dominación. En la lengua Mapuche significa “lugar soñado". (Ese lugar sagrado desde donde parten los barcos para regresar con sus redes cargadas de sueños. Los habitantes de Peumayén, hombres y mujeres despiertos, otean más allá del horizonte tratando de encontrar la esperanza que alumbra de vida las olas que chocan contra nuestra malherido malecón, la luz de nuestro faro nunca se apaga, para que su eterno parpadeo avise a todos los navegantes de que aquí siempre encontrará refugio, aquí siempre serán bienvenidos. Y ahora, desde este lugar soñado, asumamos el reto de estar vivos y abramos ventanas a la esperanza, certeza de futuro, motor de vida. Facebook: FBR-Peumayén / Email: fbrpeumayen@gmail.com / Twitter: FBR_Peumayen

martes, 11 de febrero de 2014

La verdad: crímenes de Texaco en Ecuador “el Chernovil de la Amazonía”




LA VERDAD SOBRE LOS CRÍMENES A LA NATURALEZA
 Y A LA HUMANIDAD DE TEXACO-CHEVRON
 



"Con el dinero que se recaude de Chevron, se creará un fondo de fidecomiso que servirá no solo para reparar la contaminación y restauración de la Selva, sino también para reparar y restaurar la Cultura de las Naciones afectadas y además se utilizara el fondo para invitar e integrar a la gente  residente en la Amazonía, gente con conciencia de integración y sensibilidad de Naturaleza, para que formen  parte de este  proceso humanista de restauración de la naturaleza y la Cultura", manifestó Donald Moncayo




Por Walter Trujillo Moreno

Berlín, febrero 11.  En la sala Robert-Havemann en la "Haus der Demokratie und Menschenrechte" (Casa de la Democracia y DDHH), tuvo lugar la charla histórica con el Dr. Pablo Fajardo, abogado de los pueblos indígenas, quién en junio del 2005 asumió la defensa de las comunidades indígenas de las provincias de Orellana y Sucumbíos en el juicio en contra de Chevron-Texaco y con Donald Moncayo testigo desde su niñez de la contaminación y negligencia de Chevron-Texaco.  Quienes durante 26 años de operaciones petroleras en Ecuador, provocaron el “Chernovil de la Amazonía”, en una de las zonas más mega bio-diversas del planeta, afectando a 30 mil personas y 450 mil hectáreas. Actualmente Donald Moncayo guía a periodistas y turistas por la zona afectada, en el tour denominado “Toxi Tour”.

A la Charla asistieron personas de muchos rincones del planeta: Malawi, Lituania, Rusia, España, Perú, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Alemania, etc. Se desarrollo un programa muy especial, una combinación de música política a cargo del guitarrista clásico y canta autor chileno Nicolás Miquea, se proyecto un documental desgarrador sobre la Apocalipsis Chevron-Texaco, sinónimo de enfermedad, extinción, dolor y muerte.  

Un segmento de Poesía;  que gritó y rechazó la intromisión del cartel petrolero en Ecuador, se dio lectura al poema “Texaco” de la poetiza ecuatoriana Elsye Suquilanda, la lectura de la traducción al alemán estuvo a cargo del poeta alemán Jürgen Polinsky. La nota de emoción y drama ofreció  la declamación  ardiente y viva de Olivier Herrera Marín, poeta español de fama internacional, con sus versos llenos de humanidad, solidaridad y libertad. La Moderación estuvo a cargo del ecuatoriano Walter Trujillo, activista social y poeta comprometido con la naturaleza y su buen vivir  y la traducción al alemán a cargo del historiador  y conocedor de América Latina, el alemán Tobias Baumann.

El evento fue organizado por la organización techo de migrantes y de la diáspora moveGLOBAL e.V, con la cooperación de la Casa de la Democracia, Publicata e.V., World Poetry  Movement  „MPM“, Poetas de la Tierra y amigos de la Poesía „POETAP“.

Durante la exposición testimonial, Donald Moncayo, conmovido recalcó que la acción de la Texaco no fue sólo un crimen a la naturaleza sino también un crimen a la humanidad. Cuando Moncayo era un niño le enseñaron a creer que el petróleo era beneficioso para la gente y era normal debajo sus país un suelo lleno de brea, cuando tuvo la oportunidad de viajar a otras ciudades del Ecuador, se dio cuenta que lo contado anteriormente, fue un engaño; sus padres le enseñaron a caminar sobre el oleoducto para evitar tener contacto con el petróleo y sus derivados derramados o arrojados sobre los ríos y bosques. Desechos  y venenos extinguieron  peces y animales; causaron enfermedades de la piel, tumores cáncer y muerte a los seres que entraban en contacto con él veneno llamado petróleo.

Los gases que arrojaban por la noche eran insoportables, causando enfermedades respiratorias y alergias. El ruido ensordecedor de su maquinaria asustaron animales y aves. Manifestó que “a causa de la polución y expansión indiscriminada de la Chevron-Texaco, se produjo la extinción de las Naciones de los Tetetes y Sansahuari,  las Nacionalidades  Cofán, Siona y Siekopai fueron expulsadas y obligadas e internarse en la profundidad de la Amazonia, abandonar esos territorios. No se podía vivir ahí,  no había ni caza ni pesca”. Dijo, "estos crímenes a la Naturaleza y a la humanidad no se deben volver a repetir, lucharemos hasta que nuestro territorio este limpio de masas negras y aguas tóxicas y estas tierras se conviertan en dignas de ser habitadas, como era antes”.

Por su parte, el Abogado Pablo Fajardo contó, que la petrolera Chevron-Texaco demandó a las comunidades ecuatorianas, sus abogados y representantes bajo la “ley RICO” (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), una Ley creada en la década de 1970 en EE.UU, para luchar contra la mafia y el crimen organizado, Texaco dio a los pobladores amazónicos el estatus oficial de famosos.

La agresión contaminante a la naturaleza y sus habitantes durante 14 sus años operaciones de Texaco en el norte de la Amazonía ecuatoriana han dejado secuelas profundas y efectos secundarios perduran hasta el momento actual. Los millones de litros de petróleo derramados en el los esteros y ríos han causado daños graves a la selva, envenenando ríos grandes y sus afluentes, desapareció la cacería y los peces, las plantas alimenticias y medicinales se secaron; ahora aparecen enfermedades que los Chamanes no pueden  curar y esos han perdido sus capacidad de transformación, como era la de convertirse en Jaguares. 

Chevron-Texaco perforó pozos indiscriminadamente, más de los que habían sido reportados legalmente.  En una ocasión los Chamanes después de un ritual de Yagé, recibieron el mensaje de sus antepasados, que sostenía que en el lugar donde Chevron-Texaco pretendía perforar, no existía crudo, comunicaron sobre esto a la Petrolera, no fueron escuchados, al final no encontraron nada. “La Chevron-Texaco esta involucrada en la muerte de sus lideres espirituales, como es la muerte del Shaman Cofan Guillermo Quenamá”.
 
Fajardo recalcó: “tenemos que reforzar los comités cívicos de defensa de la Amazonía y debemos exigir a la Chevron-Texaco y demás trans-nacionales dañinas, el pago de reparaciones e indemnizaciones por sus atrocidades y crímenes contra la Naturaleza. Pablo Fajardo manifestó la necesidad de la solidaridad con la "parábola del colibrí", relató que cuando hubo un incendio gigante en la selva, el colibrí echaba gotas de agua con sus alitas sobre el fuego, intentando sofocarlo, de esa manera cumplió con su parte, a pesar de que el león creía y argumentaba que eso era innecesario y ridículo.


Finalmente Walter Trujillo Moreno concluyó la Charla con la frase de Humberto Piaguaje, presidente de la Unión de Afectados por Chevron-Texaco. “La justicia nos ha dado la razón, porque tenemos a la verdad de aliada. Seguiremos nuestra lucha hasta cumplir nuestro anhelo: la reparación de nuestro hogar, de la madre naturaleza, hasta que eso sea una realidad, solo ahí veremos la verdadera justicia. Cuando ni más vidas ni más plantas ni animales mueran a causa de la contaminación dejada por Chevron-Chevron”.


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