"El Partido Comunista Alemán -DKP- vuelve a pelear, de ahora en adelante, por una identidad comunista. Para esto quiere “volver a las calles”, terminando así con el dogmatismo y el reformismo".
Los días 2 y 3 de marzo, el 20 Congreso del Partido Comunista Alemán (DKP) tuvo lugar en la ciudad de Mörfelden cerca de Francfort. Hubo importantes resultados. Por la gran cantidad de enmiendas al documento principal “Respuestas del DKP frente a la crisis”, el congreso no pudo discutir todas las mociones; por lo tanto habrá un día adicional, probablemente a fines de mayo.
Nuevo presidente del DKP es Patrik Köbele, hasta entonces uno de los tres vicepresidentes, quien releva a Bettina Jürgensen. Obtuvo 91 votos él, y ella 60 votos. Fue la primera vez que un congreso del DKP decidió sobre su liderazgo en candidaturas opuestas. El claro resultado parece terminar una larga disputa sobre distintos puntos en discusión entre las y los comunistas alemanes. Nuevos vicepresidentes son Wera Richter y Hans-Peter Brenner, y fue ratificada en el cargo la compañera Nina Hager.
Con esto, el DKP vuelve a posiciones concretas del internacionalismo proletario, y del marxismo y leninismo. La corriente que ahora perdió la mayoría en el Comité Central, en ciertos modos ya había perdido el liderazgo político en el 19 Congreso, en octubre de 2010, cuando los delegados rechazaron las llamadas “tesis del secretariado” que optaban por un partido sin leninismo y por una orientación a los “movimientos” en vez de guiarse por los intereses de la clase trabajadora. Pero aquella corriente, ahora reducida considerablemente, había seguido en el mando del DKP, preservando en aquél entonces una leve mayoría en el Comité Central que no representó la voluntad de las bases del DKP.
La nueva dirección del DKP, en cambio, pretende concentrar su trabajo en la misma clase obrera, sin dejar de lado una política de alianzas razonable. Terminaría así el dogmatismo de un movimentismo que iba a llevar al Partido Comunista Alemán a un callejón sin salida: cada vez más cercano a posiciones reformistas y de esta manera más cerca del Partido “Die Linke” que es hoy en día un mero partido electoralista, el DKP jugaría su existencia como tal. Sin negar las alianzas con el “Die Linke” donde sean importantes y de interés de clase como en temas de la defensa de derechos sociales o de la paz, el DKP vuelve a pelear, de ahora en adelante, por una identidad comunista. Para esto quiere “volver a las calles”, como dijo Patrik Köbele en sus palabras de saludo al finalizar el congreso. El DKP quiere ser más combativo y ganarse a mediano plazo un vanguardismo que perdió hace tiempo y que una parte del partido ya ni quería recuperar, por estar “fuera de moda”.
El tema de las alianzas dentro del país, también tiene que ver con el rol de las cooperaciones internacionales. Para la nueva dirección del DKP, los partidos comunistas y los partidos revolucionarios tienen preferencia, aunque no se dejarán de lado los contactos con partidos socialistas o de izquierda. A nivel europeo la participación del DKP en el Partido de la Izquierda Europea es uno de los puntos de debate que se discutirá en el mencionado día adicional del 20 Congreso. Es probable que el DKP mantenga su estatus de observador en el PIE pero que se abstenga de actuar en su presidencia.
Otro desencuentro entre los comunistas alemanes fue la caracterización del imperialismo. Según unos ya no existe un imperialismo alemán con fines propios, sino uno de la Unión Europea, a veces de manera colectiva junto al imperialismo estadounidense. Los que son mayoría en el DKP sí ven una diferencia entre explotadores y explotados dentro de la UE, entre las metrópolis y la periferia de la Unión. El 20 Congreso caracterizó el papel del imperialismo alemán en el sentido de que Alemania no solo es vanguardia de la política reaccionaria (en la UE) sino se aprovecha de la crisis económica, dejando entrever que incluso la intensifica con tal fin.
El nuevo Comité Central es más joven y quiere ser más combativo. Respecto al sindicalismo alemán, el DKP sigue optando por el sindicato único, pero quiere poner más énfasis en el apoyo de las tendencias combativas y de clase dentro de los ocho sindicatos de la DGB (Central Sindical Alemana). En Europa últimamente, dentro de la crisis más que antes, llamó la atención de que sindicatos como el IGM alemán (metalúrgico) no se hubieran solidarizado con los paros en los países del sur de Europa, sino apoyaron el cierre de fábricas allí si esto evitó cierres de fábrica en Alemania.
El primer Comité Central, el 23 y 24 de marzo eligió a los ocho miembros del secretariado, responsables por políticas de alianza, organización, el periódico “UZ” del DKP, la educación marxista, política en empresas y sindicatos, las relaciones internacionales, la relaciones públicas y las finanzas.
Fuente: Partido Comunista de México / RedGlobe
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